martes, 6 de mayo de 2014

24h Karpetanas desesperadas junto a un gran equipo, el Kárting Rácing Rivas




El pasado domingo disputé las 24h Kartpertanas con mi equipo el Karting Rivas Racing, tras no pisar este circuito desde hace tiempo y pensando que con el cambio en la organización las cosas mejorarían, ya que acerté en no acudir a las 24h kartpetanas del 2012.
Fuimos con mucha ilusión a los entrenos libres donde nos encontramos unos chasis de competición con unos motores de alquiler Robin-Subaru que apenas cabían en el chasis.
Ya de entrada nos comentaron que los pilotos que habían entrenado el jueves tuvieron problemas con la cadena, ya que al desplazarse el motor al coger los pianos, la cadena se salía. Y problemas más graves como que hubo pilotos con cortes en el codo, ya que el embrague estaba muy cerca del asiento, por lo que nos ofrecieron como solución cinta americana, pero como se acabó me las tuve que apañar para hacerme una codera casera.
Como los chasis son de competición no eran regulables ni de pedales ni de asiento, pero me facilitaron un reductor y unos adaptadores para los pedales, aunque me indicaron que no había llaves para colocarlos, por lo que una vez más me las tuve que ingeniar para buscar una llave Allen para colocarlos.




Una vez que salí a pista el kart se paró sólo a las dos vueltas y los mecánicos tardaron cinco vueltas en venir a buscarme, tras perder dos vueltas intentando arrancarlo el mecánico que fue a buscarme con un kart de gas de la flota de alquiler de Kartpetania, y me dijo que fuera boxes a coger otro kart por lo que tuve que ir conduciendo con una mano y con el trasponder en otra. Una vez llegado a box me dieron otro kart pero ya sin el lastre con el correría el sábado y sin los calzos de los pedales por lo que no podía entrenar en condiciones de carrera. Una vez acabados los entrenos hablé con Ricardo Carnero y le pedí recuperar las siete vueltas perdidas ya que al haber pocos karts en pista esto sería posible, pero se me denegó, y posteriormente me dijeron pilotos en mi misma situación que a ellos sí se les devolvieron las vueltas perdidas.

Y el sábado, debido al peligro de hacernos mucho daño en el codo derecho, nuestro patrocinador del Karting Rivas nos compró unas coderas que acabaron destrozadas. Después acudimos al briefing y sorteo, donde una vez que cada uno supo el kart que tenía se pusieron a tocar reglajes cuando a nosotros nos dijeron que no podía ni siquiera poner pegatinas, incluso a uno de mis compañeros que fue a quitar suciedad en los disipadores del motor fue advertido por los comisarios.

Debido a los problemas que todos los equipos tenían con los cortes en los codos del embrague estuvimos colocando un apaño para protegernos de los cortes como podíamos.
Mientras que mis compañeros intentaban en nuestro box arrancar el kart, este se calaba pero los mecánicos nos hacían caso omiso y yo intentaba que me dieran un reductor y unos calzos para los pedales, pero tras pedirlo a varias personas de la organización en repetidas veces (más de 20) no lo conseguí.
Finalmente nos tocó salir a los cronos a la buena de dios, saliendo primero David y luego José Luis, que no habían podido entrenar el viernes. El tercer turno lo reservamos para Ismael para que nos clasificara lo más arriba posible, ya que hizo el mejor entreno el día anterior, pero una vez llegado su turno sorprendentemente no había suficientes lastres para él, por lo que tuve que prepararme rápidamente y salir a los cronos y sin costillar.
Tras las primeras curvas vi que el kart no tenía agarre atrás y no entraba en curva (posteriormente nos dimos cuenta de que había un problema de chasis), y cuando intenté forzar hice un trompo, ya que mis compañeros me indicaban que estaba marcando tiempo de 1:10 cuando el viernes estaba en 1:08, por lo que había algo que no funcionaba bien. Aunque conseguí bajar a 1:09, ese no era un tiempo normal y clasifiqué a mi equipo el decimoquinto mientras el depósito perdía gasolina llegándome a entrar algunas gotas en el ojo, avería que tuvimos que reparar nosotros mismos tras los cronos.

Una vez listos para la carrera y con todos los pilotos preparados para la salida Le Mans nuestro kart se calaba y nos dijeron que se había calentado el embrague, habiendo exceso de ferodo dentro  de este, por taparlo para no cortarnos el codo (cosa que hicieron todos o casi todos los equipos), tras intentar arrancar el kart tras un bien rato, el tirador se atascó con motivo del exceso de ferodo dentro del embrague y pedimos el cambio de karts, pero no había karts de repuesto ya que estaban preparando otro para otro equipo...
Una vez que arrancaron el kart este se calaba, por lo que tuvo que estar alguien de la organización en el kart acelerándolo hasta que Jaime llegó al kart en la salida tipo Le Mans.
La salida estaba prevista para las 12:00h pero por falta de organización comenzó casi tres horas más tarde...
Tras el primer turno de Jaime en el primer control el kart se paró y ya no arrancaba, los del puesto de control (seis personas) se negaron a arrancar el kart a Jaime que estaba obstaculizando la entrada a boxes, la organización no sabía qué hacer y finalmente nos cambiaron el motor perdiendo 25 vueltas, mientras los karts que estaban en pista iban perdiendo los escapes, con el consiguiente peligro, mientras que la organización no paraba a los karts que llevaban los escapes colgando o sin paragolpes.
Tras el cambio de motor este iba mejor pero seguía sin entrar en curva por lo que nuestros mejores tiempos eran de 1:09 -1:10 mientras que el resto marcaban 1:07 -1:08 y nos pasaban como cohetes en recta y en curva, por lo que nuestra mayor baza era seguir cuidando el kart sin subirnos a los pianos, sin tener accidentes y sin tener ninguna sanción por lo que mis compañeros estaban siendo ejemplares.

A pesar de estas averías, nos esperaban otras más peligrosas, en las que se quedaba el acelerador enganchado y por lo cual Ismael entró echando humo en boxes por no poder parar el kart, o José Luis que salió de box y volvió a entrar directamente por este problema por lo que pasamos por el taller hasta tres veces por esto.

Ya de madrugada a Jaime le dieron un golpe en el eje trasero y se partió, por lo que nos cambiaron de kart perdiendo otras valiosas vueltas, dándonos un kart con un motor que no tenía velocidad ni bajos pero que sí entraba en curva, y con silenciador en el escape cuando a algunos equipos le quitaron el escape de forma voluntaria y a nosotros no nos dieron esa opción. El resto de karts estaban con escape libre, y nos seguían adelantando fácilmente, pareciendo que éramos de una categoría inferior.
A las 4:00 me tocaba mi siguiente turno, donde sufrí mucho ya que el kart no entraba en las curvas ni cruzando ni despacio. Lo pasé mal porque me adelantaban todos los equipos, por lo que una vez terminado mi turno hablé con mi equipo para que cuando terminara Mario su turno, ir al taller. Y cuando Mario llegó a nuestro box no pudo meterlo ya que tenía una rueda descolocada. Una vez más acabamos en el taller pero tuvimos que esperar a que los mecánicos, con gran parsimonia, terminaran de reparar otros karts que incluso llegaron al taller después que nosotros.
Pensé que podíamos pedir que nos quitaran el escape como al resto de participantes, pero no ganamos nada de potencia en nuestro kart.
Por la mañana no sabemos ni cómo seguíamos decimoquintos, mientras otros equipos se tenían que retirar por falta de piezas. Cuando le tocó el segundo turno a Ismael avisamos a los mecánicos para que revisaran las presiones y que siempre se hacía en la zona de stop and go. Una vez que salió a pista nos indicaron que ya no se hacía allí la revisión de las presiones sino que lo hacían desde el taller. Por esta razón paramos a Ismael para que pasara por el taller, pero este nos dijo que ya le habían revisado las presiones en la zona stop and go, por lo que le paramos por un error de la organización.

Cuando me tocó mi última tanda, como venía siendo habitual, el kart era inconducible en curva y no se mantenía en línea recta, por lo que para pedir a mis compañeros el pasar una vez más por el taller de la organización, solté el volante un momento y me desplacé un metro sin perjudicar a ningún piloto, pero Ricardo Carnero me sancionó con un stop and go, algo que no podía comprender ya que desde el kart pensaba que sería que era por lo despacio que iba el kart y que pretendían que por la seguridad y la del resto de participantes saliera de pista. 



Con esta sanción aprovechamos para hacer al siguiente cambio de piloto y tras los siguientes cambios, el último en pasar por meta fue Alberto con gran maestría supo aguantar hasta la bandera a cuadros.
Como guinda del pastel, una vez acabada la carrera nos indican que estamos sancionados por lo hacer las paradas mínimas obligatorias cuando hemos llevado un estricto control de nuestra estrategia.

Conclusión: me sentí como una cobaya ya que el experimento de juntar un chasis de competición con un motor de alquiler no sólo fue mala idea de cara a la fiabilidad sino que resultó muy peligroso con posibilidad de tener profundos cortes en el codo o acabar con este limado y lo peligroso que fue la pérdida de paragolpes y escapes, que incluso los de la ambulancia salieron a recoger. La organización no debería de haber tenido tantos problemas con la experiencia que tiene y el control sobre el equipo y la reparación de los karts fue nula así como la falta de karts y repuestos.

Lo positivo fue que la vivencia con mis compañeros: José Luis López,Mario Álvarez, Rafa Torres, Alberto González, David Serrano, Jaime Gómez e Ismael Álvarez, que siempre tuvieron una sonrisa en las 24h a pesar de que todo saliera mal. Ellos estuvieron a la altura de los mejores, cuidando el kart, marcando los mejores tiempos que permitía el kart, con cero accidentes provocados y cero sanciones.

Fue un placer darlo todo por mis compañeros y por Karting Rivas así como por mis patrocinadores personales.

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